HOMOSEXUALIDAD Y FAMILIA.
FAMILIA Y HOMOSEXUALIDAD.
Pepe es un formidable atleta que ha decidido presentarse a las olimpiadas de minusválidos sin serlo. La organización encargada del evento le niega la posibilidad de participar en los juegos por no ser minusválido. Pepe se enfada y alega que tiene derecho a participar y que a nadie se le puede discriminar en razón de su condición física. Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos.
Ante la presión del ciudadano la organización cede y Pepe participa en las olimpiadas. Evidentemente gana todas las medallas. Los minusválidos se muestran ofendidos e irritados, consideran que se han atacado sus intereses legítimos y que de una forma injusta se les ha discriminado. Al final la organización utiliza el sentido común y le indican a Pepe que participe en los juegos olímpicos convencionales.
Con el “matrimonio” homosexual también se está dejando de lado el sentido común. Un matrimonio, tanto por su naturaleza como por las consecuencias que genera, no es igual a una unión homosexual. Me explico. El matrimonio está formado por un hombre y una mujer que tiene como inmediata consecuencia la supervivencia de la especie y además esos hijos aportarán numerosos beneficios a la sociedad. La unión homosexual se produce entre personas del mismo sexo y biológicamente no pueden tener hijos.
Son dos realidades sociales absolutamente diferentes –dos juegos olímpicos distintos- y por tanto: a realidades distintas regulaciones jurídicas diferentes. La libertad personal es un valor fundamental, por ello los homosexuales tienen derecho a unirse civilmente y que esa unión produzca efectos jurídicos. Pero esos derechos y obligaciones no pueden ser idénticos a los que produce el matrimonio porque ambas convivencias son distintas en su naturaleza y en sus consecuencias. En esta misma línea se ha manifestado el Consejo de Estado, Consejo General del Poder Judicial, la Real Academia Española o miembros del PSOE como la senadora Mercedes Aroz.
Equiparar los derechos de los homosexuales con los del matrimonio supone una discriminación y una injusticia hacia la familia porque se equipara jurídicamente situaciones sociales diferentes. Esta legislación no es lo mejor para las familias de una sociedad porque pretende inventar derechos y discriminaciones donde no las hay con el agravante de que muchos ciudadanos no perciben con claridad el fondo del problema.
Con esta legislación se intenta devaluar la institución del matrimonio y se le niega la importancia que realmente tiene para la sociedad. Se intenta relativizar dicha institución natural emitiendo un mensaje subliminal de que cualquier forma de convivencia es válida y que todas tienen la misma importancia. Pero esto no es así. Las potencialidades del matrimonio heterosexual consiguen más fácilmente formar valores tales como la generosidad, la solidaridad, el esfuerzo, el cariño...que son aportados por él y por ella. Por algo la familia es la institución más valorada por los españoles. Si relativizamos la familia estamos relativizando esos valores esenciales para la convivencia.
No existe un derecho a adoptar un niño, como si de una herencia se tratara. Existe la facultad de adoptar, siempre y cuando el matrimonio reúna los requisitos fijados por la ley. Sin embargo un niño que ha tenido la desgracia de no tener padres, por diversas circunstancias, sí tiene el derecho a un padre y a una madre.
Los expertos se dividen a la hora de determinar si un niño adoptado por una pareja homosexual está influido o no negativamente en la formación de su personalidad. De todas formas, aunque los expertos unánimemente dictaminasen que no existe peligro, el sentido común y la razón nos indicarían que es mejor para el niño un padre y una madre. Si a un cojo le ofreces mil prótesis, preferirá aquella que se parezca más a una pierna aunque los demás aparatos sean igualmente válidos y muy bonitos. Pues aquí pasa lo mismo. Lo mejor para el niño es el marco de convivencia que más se asemeje a lo que la naturaleza ha dispuesto, un hogar heterosexual. Hacer experimentos con el niño es atentar contra su dignidad.
Ha pasado ya unos meses desde la gran manifestación en favor de la familia que congrego a un millón de personas. El Foro de la Familia consiguió abrir en los medios de comunicación un debate sobre el ‘matrimonio’ homosexual y la adopción por parte de los mismo. Arrastro al PP a sumarse a la manifestación y durante estas últimas semanas colectivos sociales han pedido a los populares que presenten recurso. El PP ha sido coherente en la defensa de los intereses de las familias y va a presentar el recurso ante el constitucional, por que no lo olvidemos, el centro es la familia.