domingo, noviembre 13, 2005

LEGISLACIÓN ELECTORAL Y NACIONALISMO.


LEGISLACIÓN ELECTORAL Y NACIONALISMO.

Este mes de noviembre el congreso ha apoyado la tramitación del Estatut, gracias a los votos socialistas y a la minoría nacionalista. Este hecho pone de relieve el peso importantísimo que tienen los nacionalistas en el parlamento aunque ese peso no sea real a nivel de calle. Los nacionalistas tienen la capacidad de crear una gran inestabilidad institucional y política e incluso de derribar gobiernos de diferente signo.

El actual gobierno socialista tiene el propósito de reformar el senado para convertirla en "una auténtica cámara de representación territorial" como marca nuestra Carta Magna. Pero una posible reforma del senado debería dar lugar a un cambio de la legislación electoral.

El presidente extremeño, el socialista Ibarra, propuso hará más de un año, que solo obtengan representación aquellos partidos que a nivel nacional sobrepasen la barrera del 5% de los votos. Lo que viene a decir es que el reparto de escaños actual no es coherente con la representación real que los ciudadanos han otorgado en las urnas.

Y es cierto. En las últimas elecciones generales celebradas en el 2004, CiU, con 830.000 votos (3,2%) obtuvo 10 escaños, por el contrario, IU con casi 1.300.000 votos (4,9%) se le asigna la mitad, 5 escaños. Llegados a este punto, hay que analizar el porqué se produce esta situación.

El sistema electoral español se fundamenta en la Ley D'Hont. Cada provincia es una circunscripción independiente que asigna a varios diputados. Si en una determinada provincia un partido nacionalista, tiene un gran apoyo conseguirá representación aunque en el resto de provincias no haya sido votado. En cambio, en los países europeos, se establece el estado entero como única circunscripción electoral haciendo imprescindible que los partidos obtengan en todo el país un apoyo suficiente para conseguir representación parlamentaria.

Teóricamente y jurídicamente los diputados representan la soberanía nacional, pero en la práctica política los diputados nacionalistas solo representan a su comunidad autónoma. El congreso se convierte en un senado en donde se defienden intereses territoriales en vez de defender los intereses de la nación entera.

Los nacionalismos han conseguido numerosas concesiones partidistas en los periodos en los que tanto PP como PSOE han gobernado en minoría. Esto sirve a los nacionalistas para justificarse ante sus votantes y conciudadanos. Muchos ciudadanos pueden apostar por la vía regionalista como un método eficaz para conseguir sus reivindicaciones. Poniéndonos en el peor de los casos, si todos los ciudadanos votaran en las elecciones generales a partidos regionalistas o nacionalistas el PP y el PSOE dejarían de existir como partidos nacionales. No habría política nacional.

Hay una proliferación de partidos nacionalistas. Es fácil obtener representación y es fácil condicionar la vida política, por el contrario partidos estatales -que son los que representan la soberanía nacional- se ven seriamente perjudicados por este sistema.

Es muy razonable que los partidos analicen nuestra legislación. Pueden adecuarla a la de los países europeos o por el contrario dejarla como está. En este último supuesto sería recomendable establecer un límite a nivel nacional para que los partidos obtengan representación parlamentaria. Quizá sea excesivo el 5% de los votos y lo recomendable sea un 3% a nivel nacional. Conseguiríamos combinar adecuadamente la igualdad de todos los ciudadanos con el principio de pluralismo político. Se trata de fortalecer las instituciones estatales que a menudo son utilizadas para la defensa de intereses partidistas. En definitiva de que el Congreso represente realmente la soberanía nacional ya que los nacionalismos tienen el Senado y los parlamentos autonómicos para hacer oír su voz.

1 Comments:

Blogger Ferrer said...

El 5% no servirà per a res.

Una coalicio CIU-ERC o una coalicio PNV-EA-EHAK-Aralar-Nafarroa Bai superaria eixe 5%.

9:00 p. m.  

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