DESPILFARRO AUTONÓMICO
Voy analizar dos asuntos en donde el dinero de los ciudadanos españoles se despilfarra de una forma llamativa, y más, en tiempos de crisis. El despilfarro viene de la derecha y de la izquierda y lo sufren los ciudadanos de toda España. Estos dos ejemplos son: los diputados y las televisiones.
Entiendo que un país de más de 45 millones de personas tenga un congreso y un senado compuesto por 650 diputados y senadores. Ahora bien, no entiendo como en España, con 17 comunidades autónomas, se llegue a la cifra de 1.206 diputados autonómicos, 1.031 diputados provinciales y 139 cabildos y consejos insulares.
En total, 3.026 diputados que, aproximadamente, cobran de media 4.000€ mensuales (entre sueldo, dietas, transporte, etc). Cada mes nos gastamos en mantenerlos 12.104.000€ que al año se convierten en 169.456.000€ en gasto directo (prefiero no analizar los gastos en asesores, secretarias, etc)
Vamos a un caso concreto, la comunidad de Valencia. La última reforma del Estatut (pactada por socialistas y populares) fija el número de diputados en 99. ¿Es necesario tantos diputados? ¿No se podría representar al pueblo con 30 diputados?
El otro caso son las televisiones públicas. En España hay ¡¡29 televisiones públicas!!. Solo Cantabria, La Rioja y Navarra no tienen televisiones públicas. Los vascos y los catalanes tienen cinco televisiones públicas. Les siguen Andalucía y Valencia con tres televisiones cada una. Más ‘modestos’ son el resto de comunidades con un par de cadenas públicas cada región, a excepción de Extremadura, Murcia y Castilla La Mancha que tienen una televisión pública.
En el caso de Valencia, ¿es necesario que tengamos tres canales? ¿Para qué queremos un Canal 24 internacional? De acuerdo en que Las Fallas son geniales, la paella está muy buena y Benidorm es muy turístico pero creo que con un canal para difundir esto es suficiente.
Las consecuencias las conocemos todos: 4.500.000 millones de parados, el 30% de los jóvenes desempleados, un déficit público del 11%, una jubilación a los 67, una subida de impuestos a un tipo del 18% y en definitiva toda una estructura política paralizada incapaz de afrontar los cambios que necesita España.
Que nuestro país sea un estado autonómico no justifica que nuestro dinero se esté despilfarrando de esta forma. Las cámaras regionales tienen que reducir el número de diputados, las diputaciones provinciales deben ser replanteadas y las televisiones públicas autonómicas reducidas a un solo canal.