lunes, marzo 20, 2006

LA CORRUPCIÓN DEL NACIONALISMO.


En Cataluña y en el País Vasco se está produciendo un fenómeno que está corrompiendo a una gran parte de estas sociedades. Este fenómeno se llama nacionalismo o independentismo. De un sentimiento popular de nación, en donde se integra la cultura, lengua, tradiciones etc, se ha derivado a la creación de todo un dios.

La nación se convierte en un dios y el nacionalismo en la doctrina que lo sustenta. La lengua, las fiestas, las costumbres, las leyes…se convierten en dogmas inatacables. Se crean “teólogos” de la nueva religión y su doctrina se imparte en los colegios.

El nacionalismo es como un cáncer que se va extendiendo por las capas sociales altas, medias y bajas. Invade el mundo de la cultura, las ciencias, la economía, la política etc…Todo gira en torno a ese nuevo dios artificial. Todo es secundario, lo principal es La Nación.

Los socialistas catalanes se vuelven insolidarios, nacionalistas. Defienden La Nación, sus fiestas Nacionales, sus selecciones Nacionales, su Financiación preferente con respecto al resto del Estado. Le dan al pueblo un credo –El estatut- y quien no está de acuerdo es “anticatalán”, un hereje.

Los liberales y cristianos de CiU se vuelven intervencionistas, apoyan el aborto como derecho, el laicismo en las escuelas, mandan callar a obispos, se pelean con ERC para ver quien es más “creyente” y fundamentalista.

Los terroristas etarras son aplaudidos por el nacionalismo moderado. Se dan becas, títulos universitarios, subvenciones, ayudas económicas a los familiares de los verdugos. El PNV mira para otro lado insensible hacia el dolor y sufrimiento hacia las familias que han perdido a sus seres queridos.

Cada legislatura la sociedad sigue apoyando a estos “clérigos”. Donde solo cambian los nombres y donde el cáncer nacionalista se afianza decenio tras decenio. Igual que las elecciones “democráticas” de las dictaduras cubanas, marroquíes o iraníes donde cambian las personas pero no el fundamentalismo.

Pero en medio de está corrupción social más o menos generalizada aparece Ciutadans de Catalunya. Su función: ser la luz en medio de esa oscuridad en donde todos dejan sus principios socialistas, cristianos y liberales para servir al dios Nación.

Será difícil combatir un cáncer que se ha extendido por todo el cuerpo social catalán y vasco, pero no hay que olvidar que son ciudadanos, personas capaces de razonar, pensar y elegir. El cambio en estas sociedades es posible y necesario.

http://nuevacorriente.blogspot.com/2005/11/legislacin-electoral-y-nacionalismo.html