sábado, noviembre 11, 2006

CATALUÑA EN CRISIS.




POLÍTICA NACIONAL: Es evidente que tras los resultados electorales cabe destacar que Cataluña sufre una grave crisis tanto a nivel social como político. En primer lugar, casi la mitad de los electores se quedaron en casa. Esto supone que hay una masa importante de ciudadanos –de izquierdas y de derechas- que está disgustada o no se identifica con ningún partido político.

En segundo lugar, los socialistas han bajado en número de votos y CiU ha aumentado levemente sus escaños –aunque también baja en número de votos por la alta abstención-. Ahora, la historia se repite, los perdedores se unen para evitar que gane quien el pueblo ha querido que gobierne. El tripartito se abre paso.

La victoria de los nacionalistas ha sido clara sin embargo gobernará el partido perdedor. ¿A esto se llama respetar la decisión de los ciudadanos? La política catalana clama al cielo. Un conjunto de buitres disputando ferozmente el poder, sin tener en cuenta quien ha ganado y que es lo que mejor conviene al pueblo catalán. Lo único verdaderamente importante es tener el poder en las manos y vivir, para que nos vamos a engañar, del cuento.

Me llamo la atención la intención de Artur Mas de pactar primero con los socialistas pero cuando estos le dieron su negativa en seguida busco pactar con los independentistas…¿Dónde queda la ideología? ¿y el programa electoral? Todo se arrincona para buscar un único objetivo: conseguir el poder. Da igual pactar con Fulano que con Mengano.

Artur Mas, el orgulloso, ha tragado del mismo veneno que utilizó para pactar el Estatut con Zapatero. La deslealtad, la chulería, la prepotencia, la soberbia le han dejado en su sitio, que no es otro que el de la oposición. Se ha quedado solo, traicionó a los independentistas de Carod, engañó y decapito a Maragall y en plena campaña electoral hizo el ridículo acudiendo a una notaria para dar fe que nunca pactará con los populares…aunque si los números le hubieran cuadrado habría pactado con Piqué.

Lo sorprendente es que sigue habiendo gente que vota a los nacionalistas de CiU pese al famoso 3% y pese a apoyar un Estatut marcadamente laicista e intervencionista. Del mismo modo sigue habiendo gente que ha votado a los socialistas pese a la reconocida incompetencia de los mismos para gobernar. En conclusión, casi la mitad de los catalanes se desentienden de la clase política y la otra mitad vota con los ojos vendados.

Afortunadamente, Ciutadans ha conseguido representación parlamentaria. Se puede decir que no todo está perdido en Cataluña. Existe gente que tiene principios y valores, que está dispuesta a servir el interés social por encima del particular. Enhorabuena, Cataluña necesitaba un partido así.